lunes, 2 de julio de 2012

Crónicas del Ayer Aventurado

Prólogo~Miedo.


El mar gris de personas caminando hacia su destino egoísta les hizo perderse en él por ser similares a ellos, puesto que también se dirigían a un sitio en particular. Sin embargo, lo único que les diferenciaba no era el hecho de ser irrepetibles, premisa establecida y sabida por todos; sino la mirada de cariño y tristeza reflejada en sus ojos cuando apreciaban la esencia del otro, de aquél que se había ganado a pulso un lugar en su corazón. 

Miedo… Se sintió que el frío y mecánico freno apareció para detener el gran barco flotante de madera pintado de naranja, transporte consumido por la rutina urbana de los pueblos masificada. El descenso mareó a algunos de sus tripulantes y al tocar suelo infértil, sus puertas abrieron para permitir la salida de los apresurados y ellos se dejaron llevar por la marea opaca y agresiva. Anduvieron hasta la salida y al subir las escaleras gastadas y rotas, salieron hacia el sitio por el cual emprendieron su último viaje juntos: el puerto de las aves de acero. Ella lo vio con ansia y apretó la mano de él, mientras era correspondida con la sonrisa masculina. 

Ambos caminaron bajo el ruido de los aleteos ensordecedores que se mezclaban con las ruedas de carretas y otros medios que rodaban sobre la carretera de al lado y, con seis horas de anticipación, arribaron a la edificación trasladadora. Los diferentes consorcios que se situaban dentro bordearon los largos pasillos para ofrecer un servicio puntual ante cualquier necesidad de quienes transitaban e ignorando sus propios deseos, buscaron a los que llegaron antes con las maletas. Al pasar unos minutos y dejando atrás los locales, divisaron las bolsas que les pertenecían y se acercaron para saludar. 

Para permitir que el tiempo transcurriera rápido, la pareja optó por conocer el lugar y aprovechar ese tiempo para estar  solos… o ella quería pensar mejor. Había llegado al poblado cinco meses atrás bajo las palabras proféticas de una amiga hechicera: “La plata como reto, el conocimiento tu aliado y el amor una espina”. El poder de las palabras quedó demostrado conforme los meses actuaban en el teatro de la vida en su escena correspondiente. Sonríe: eso resume todo lo que ha vivido en estas tierras tanto con sus allegados como para sí misma. Desvelos, reclamos, sollozos, decepción; risas, alegrías, emoción, sorpresa; experiencias, pruebas, aprendizajes, autoreconocimiento… tantas cosas que ni siquiera concibe en su pensamiento… Miedo.

-¿Tienes hambre? Yo sí-las palabras de su acompañante le sorprendieron y acarició su mejilla.

-Sí, hace hambre. Busquemos un lugar donde comer, pero que sea barato-responde, abrazándolo al instante. Fue correspondida y la protección apareció, sensación que surge cuando él hace eso.

-Claro, pero tú dispararás esa bebida que tanto nos gusta.

Le gustaría quedarse así por más tiempo, beber tal líquido todo el tiempo y sentir su calor; pero sabe que el tiempo es un enemigo acérrimo y no le permitirá prolongar ese deseo. Se hace a un lado, toma su mano y continúan en el andar. 

Miedo… Si tuviera que mirarse un espejo que le mostrara su antigua yo a la actual, el miedo sería uno de los actores principales por todos los cambios vividos. Cada viaje transforma y evoca el temor. Y como una vez le dijo a unas amistades: “¿Han tenido esa sensación que provoca hacer algo por primera vez y se sale de tu rutina diaria? Aquella incertidumbre de llevar a cabo una actividad no acostumbrada y del que no sabes el resultado concreto, pues su ausencia te hace perderte en un abismo de posibilidades”.

-Así me siento en este momento-dijo ella en voz alta, recordando los ayeres, las aventuras y lo nuevo, ahora viejo, que la han forjado al hoy pasadero.


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Este es un proyecto que iniciaré para retomar la escritura, la cual dejé tiempo atrás por cuestiones de fuerza mayor.
"Crónicas del Ayer Aventurado" relata las vivencias de una chica que tuvo que viajar a un poblado para adquirir nuevos conocimientos. Cargando ilusiones y deseos, fue descubriendo que ciertas cosas no eran lo que pensaba, reforzó unas y aprendió otras; pero que al final le dejaron una serie de experiencias que le mostraron nuevos aspectos de la vida y de sí misma (cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia XD).
Muchas gracias a Edgar Hernández y Dr. Hide, por haberme dado la idea del proyecto; gracias a 2GR, por apoyarme en la decisión; y un profundo agradecimiento a mi caballero errante, por las ideas y la motivación de empezarlo.
Espero comentarios y a ustedes gracias, por leerlo n.n